Crucero en Split

En la ciudad de Split, los olivos, las hierbas aromáticas silvestres y la piedra blanca forman un contraste mágico con la abundante vegetación y la cadena montañosa del Biokovo. Su historia y sus numerosas manifestaciones culturales han hecho de esta una región atrayente y visitada a lo largo de todo el año. Cuando el emperador romano Diocleciano, teniendo el mundo entero a sus pies, decidió en el año 305 d.C. mandar hacer un palacio para pasar en él el resto de sus días, no dudó sobre la ubicación de éste: en el corazón de Dalmacia, en la bahía de su ciudad natal de Aspalathos (que más tarde se convertiría en Split). Rodeado de islas del archipiélago y de altas montañas, Diocleciano resultó ser un verdadero visionario, marcando un punto especial en el mapa del Adriático: la futura ciudad de Split.