Itinerario en las islas del sur de Bretaña

Situado a los pies de las murallas, el puerto de Concarneau es un lugar ideal para salir a navegar. Tanto de día como de noche dispone de un fácil acceso y os dejarán elegir el momento de la salida del barco. Su canal de acceso y su salida están bien señalizados pero hay que mantenerse alerta porque la actividad de los buques pesqueros es importante. Antes de salir, no te olvides de dar un paseo por el casco antiguo. Para entrenarse, toma contacto con el barco y disfruta de la sensación que te provoca el mar. Podréis hacer una inmersión en el archipiélago de Glénan después de bordear la pointe du Cabellou que sucedió a la primera isla del archipiélago, deberéis bien escudriñar vuestro mapa bien detallado de Glénans. Y a pesar de que es tentador fondear en esta zona salvaje, es aconsejable que no os arriesguéis y elejáis uno de los cinco lugares seguros para pasar la noche como: La Pie (muy accesible, pero difícil de por el viento del norte, que se encuentra entre la isla de St Nicolas Island y Bananec), La Chambre (el más conocido y el más seguro de todos), l’Anse du Phare (ubicado en Penfret, es el más cercano a Concarneau) y Posmar (situado en el otro lado de Penfret, a menudo es más resguardado del oleaje). Tened mucho cuidado, ya que el archipiélago está lleno de rocas aisladas, incluyendo la Tête de Mort, tristemente conocido por causar un gran número de naufragios.

Esta es de la etapa más larga del viaje, después de dejar el archipiélago de Glénan tomaréis rumbo en dirección al sureste. La navegación no os será nada difícil: vuestra primera parada será el faro de Poulains que delimita al extremo noroeste con la Belle île. Tendréis tiempo para tomar el sol, pescar, nadar y tomar un descanso en el mar (una actividad generalmente reservada para nadadores adultos), y con un poco de suerte, observar delfines. Llegados al faro de Poulains, bordearéis la isla por el norte. Podréis elegir entre dos opciones: el puerto Sauzon, y más al este, el Port Palace. Sauzon es un pequeño puerto lleno de encanto y realmente exótico. Conviene saber que en la puerta delantera para encallar el barco la marea suele estar baja, por lo que se recomienda estéis equipados de puntal de escora para coger una boya. Una dársena flotante, cada vez más en aumento, oferta 170 plazas para los visitantes, pero podréis entrar si pasáis un calado 1.80 m. El Port Palace, es el más grande de la isla, os ofrecerá más facilidades con muchas más plazas sin limite de calado y no tendréis problemas respecto a la marea para salir de puerto. Se sitúa en el corazón de la capital, lo que le hace más práctico que Sauzon.

Como su nombre indica, una bonita isla para visitar y la mejor opción para conocerla es alquilar una bici. Los visitantes pueden caminar, cruzar la isla sin problema y disfrutar de su naturaleza salvaje. Ineludible, la punta de Poulains donde podréis acceder a acantilados impresionantes sobre un mar de color turquesa. No olvides visitar el museo de Sarah Bernhardt. Para los amantes del surf, o para aquellos que sólo quieren nadar en grandes olas, la playa de Donnants es la adecuada.

Este etapa es realmente un salto de escenario. Ya sea partiendo desde Sauzon o Palais, tomaréis rumbo a Houat, una pequeña isla de 5 kilometros, todo un paraíso. El puerto de Saint Gildas os dará la bienvenida, incluso dispone unicamente de los servicios mínimos. Lo mejor es fondear durante el día frente a las playas que ofrece la isla, y pasar la noche en el puerto. También podréis dar un paseo alrededor de la isla, ya que se puede hacer fácilmente a pie.

Zarpando hacia el sureste durante una hora y llegaréis a Houat, digamos que es la hermana pequeña de Hoëdic. Encontrarás dos puertos, l’Argol al norte y al sur, La Croix. L’Argol no tiene muchas infraestructuras que ofrecer, y en cuanto al puerto de La Croix no ofrece muchas más pero justo al lado se encuentra una maravillosa playa de arena fina.

Esta penúltima etapa os llevará de regreso hacia el noroeste, lo que indica que el final del viaje se acerca. De nuevo, en términos de navegación no tendréis problema alguno. Será bueno comprobar el clima varias veces al día y ajustar la ruta basándote en la meteorología. La isla de Groix ofrece un gran puerto con muelles y boyas. La dársena es accesible 2 horas antes y 2 horas después de la marea alta. Sin embargo, hay que tener cuidado ya que no se podrá entrar si hay resaca. En caso de mal tiempo, cambia vuestro itinerario y elige una parada más segura como Lorient.

Esta última etapa os llevará de regreso al puerto de partida. Tomando rumbo al noroeste llegaréis a Trévignon que marca la entrada a la bahía de Concarneau. Después de casi 7 días de navegación en las islas del de la salvaje Bretaña, volveréis a la realidad y no dejaréis de pensar en otro nuevo proyecto para navegar sea en Bretaña o en cualquier otro maravilloso destino.